13.3.14

Desconocidos.

No hay amor tan doloroso como el que se tiene por un desconocido, por un completo extraño. Llega sin avisar, ese sí que no te lo esperas. Llega con una mirada en el metro, o con un susurro en un museo, a veces con un simple gesto en una librería. Y entonces te has perdido, ya no eres tú, porque tú no te enamorarías jamás de alguien a quien no conoces en absoluto, de quien, por no saber, no sabes ni su nombre.

Pero te mira por encima de las gafas desde el asiento de en frente y lo notas. 
Pero admira la belleza de una obra y, no lo puedes evitar, lo notas. 
Pero te sonríe al ver qué libro has elegido y, joder, vaya si lo notas.

Así que, poniéndonos en situación, tienes a un extraño frente a ti y tú ya no eres tú, porque tú nunca harías semejante locura, la de perder la cabeza por alguien con quien nunca podrás tener nada. Así que finalmente él no es el único extraño, pero la pregunta es si realmente ese desconocido es o no un desconocido. Porque en una mirada, un susurro o un gesto caben muchas cosas, pero bastaría con decir que cabe toda una presentación, y cabe toda una noche llena de estrellas, sueños y palabras vanas, y cabemos nosotros, que finalmente ya no somos desconocidos, pero tampoco conocidos. No hay amor más doloroso que el que tienes por un desconocido del que te parece saber todo.

Pero el trayecto se acaba y, aunque bajáis en la misma parada, y tímidamente a propósito él roza tu brazo, os separáis.
El museo cierra, y por muchas sonrisas intercambiadas ante la majestuosidad de una nueva obra, cada uno vuelve a su casa pensando que la obra más bonita que ha visto hoy no era para nada célebre.
Y te toca el turno en la librería, el de marcharte después de que a la sonrisa le haya seguido una recomendación, y un "gracias" con otra sonrisa, y con tu libro pagado, justo antes que el suyo, cada uno sigue su camino sin más miradas, susurros o sonrisas.

Repito, no hay amor más doloroso que el que se tiene por el desconocido que una vez conociste y del que tanto quisiste ver. No hay amor tan imprevisto que el que se siente por un desconocido que nunca llegaste a conocer.


2 comentarios:

  1. Creo que ya sabes cuánto te odio.
    Creo que ya sabes cuánto te admiro.
    Y estoy segura de que ya sabes cuánto te quiero.

    Cielo, lo has vueeeelto a hacer, siempre consigues "renovar", no sé si esa es la palabra. Llamémosle innovar, mejor. Me ha encantado el texto y lo sabes, no es de tus mejores, pero eso tú también lo sabes. Aún así me ha hecho odiarte (un poco más) por hacerme sentir tan invulnerable, por decirlo así. Sabes que soy una caprichosa y todo eso, así que te puedes imaginar cuánto me he identificado...

    Gracias por escribir.
    Te quiere,
    Ana.

    ResponderEliminar
  2. Un amor que nunca fue. Algo así. Algo que nunca podrá ser.
    Siento no decir nada más, pero realmente, creo que te leo y eres tú la que lo dice todo y me deja muda.

    Con mucho amor,
    Lutz.

    ResponderEliminar