22.11.13

Por cada pétalo, un recuerdo.

Una vieja canción de los sesenta en el tocadiscos. La lluvia golpeteando con cierta romántica delicadeza el frío cristal. El sonido de cada gota fusionándose con cada nota musical y el aroma de unas flores muertas, secas y marchitadas inundando la habitación. Eran esas flores quizá las que le impedían avanzar, pasar página. Porque con cada pétalo que se desprendía, por cada quebradizo recuerdo que se desvanecía, caía una lágrima, y sin embargo, parecía que quedaban pétalos para la eternidad. Así que atrapada en aquel lugar en el que todo le recordaba a él (esa canción, que le hacía recordar sus divertidos bailes en los que la sumía entre risas; esa lluvia que a él tanto le gustaba contemplar al alba, después de una gran noche en la que sólo se escuchaba el bombeo acelerado de sus corazones; y aquellas flores, que por alguna curiosa razón siempre le traía cuando la lluvia les permitía volver a todo su esplendor), atrapada en su recuerdo, se dedicaba simplemente a convertir cada minuto en su pequeño y particular homenaje a todo lo que fue, a lo que ya no es, y a lo que jamás volverá a ser.

La pared se llenó de fotografías, y en ni siquiera una aparecía ninguno de ellos dos. Pero aún así, aquellas fotografías les representaban a ellos. Representaban sus anhelos, sus sueños, todos sus deseos, sus sensaciones de cada momento, esos pensamientos que a veces una cámara es capaz de expresar mucho mejor que las propias palabras. Aquellas fotografías eran ellos. No podías ver sus ojos en ninguna de aquellas estampas, es cierto. Pero podías sentir ese frío interior que tanto la atrajo al principio. Podías notar cómo aquel muro de hielo fue capaz de derretirse con el calor humano de todos aquellos abrazos en los que se refugiaban. Podías apreciar las lágrimas de los momentos más duros en cada copo de nieve que se precipitaba sobre la gran ciudad, aquella tantas veces testigo y protagonista de todas esas imágenes que, al fin y al cabo no eran más que la historia de una vida, la historia de unos maravillosos y ojalá eternos meses, la historia de dos personas que sólo el caprichoso destino osó a cruzar. Aquellas fotos eran ellos, eran todos sus recuerdos. Olían a rosas secas y marchitas. Sonaban a clásicos de los sesenta. Y seguían sonando a gotas precipitándose al vacío, inconscientes de todo lo que podían encontrarse ahí abajo, en aquel mundo oscuro y, sobre todo, solitario.



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7 comentarios:

  1. ¡Precioso! Siempre consigues erizarme la piel y que no quiera apartar la mirada de tus palabras, porque no tenía otra opción.
    Increíble eso que haces con las palabras y la forma de transmitir los sentimientos.
    Besos.

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  2. Me ha encantado. De verdad, de verdad, de verdad. Me has emocionado, has sabido transmitir, joder perfecta. A veces me tiro horas por aquí por blogger simplemente leyendo he intento encontrar algo bueno, bueno de verdad. Que transmita, que refleje sentimientos, con lo que me identifique (mucho en este caso) Y voilá, hoy lo he encontrado.Has sabido ordenar perfectamente las palabras construyendo una entrada genial, enhorabuena.
    Espero verte por mi blog, un besito :)

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  3. Vaya escribes de una manera FENOMENAL. ¡Es increíble! Me apunto en el concurso.

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  4. Por alguna razón, mientras leía he recordado a mi antiguo profesor de castellano recitando poesía.

    Yaiza, rozas la poesía.

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  5. Y me vuelvo a pasar por aquí a repetirte lo bien que escribes por 128478219752091 vez.Describes de tal manera que me parece estar en esa habitación echando de menos a personas (o acontecimientos que aún no he vivido).
    Gracias por escribir

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  6. Me ha encantado sobre todo el detalle de los pétalos. El detalle de que nunca acaban. De que los recuerdos no se van.
    A mi también me apetece estar ahí. Contemplando. Anhelando a personas y deseando que vuelvan.
    Yaiza, algún día harás algo grande.

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  7. No diré que casi rozas la perfección, porque siempre la transpasas.
    Increíble tu trabajo. Y me resulta aún más genial que en esta historia tenga gran peso la fotografía.(Sabes lo que me gusta) Y juntarla con los recuerdos.. con la vida. no sé. Sublime,

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