22.7.11

Sin vuelta atrás, tienes lo que querías. Y también sus consecuencias.

Cuando somos pequeños, jugamos a ser mayores. Jugamos a imitar todo lo que hacen, su vida. Jugamos a ser ellos. Jugamos a las casitas, a papás y a mamás y a cualquier profesión que se nos pase por la cabeza. Jugamos a que somos detectives que resolvemos casos insospechados. Jugamos a que somos bomberos que rescatamos gatitos y bebés de edificios en llamas. Jugamos a ser la señora de la casa, la típica ama de casa, la que lava, friega, limpia, cocina, cuida de los niños, etc. Jugamos a que tenemos problemas de mayores, como que nuestro marido (el primer niño que hemos encontrado) ha llegado tarde a casa sin avisar. Jugamos a que tenemos cotilleos que contar, sentándonos en torno a una diminuta mesa con tazas de plástico y beber con el meñique estirado como personas refinadas mientras reímos y nos escandalizamos a partes iguales de lo que dicen el resto de personas sentadas a la mesa, aunque sean peluches. Jugamos a ser ellos. A ser mayores. A imitarlos. Desde pequeños, siempre lo intentamos. Intentamos ser como ellos. ¿Qué pasó entonces?
Después creces y desearías volver atrás en el tiempo. Desearías volver a ser un niño, disfrutar de tu infancia, jugar, sin preocupaciones. Al menos, no verdaderas. Eso pasa. Crecemos y todas las preocupaciones y problemas se vuelven de verdad. Para colmo, son muchos más de los que te habías imaginado. Más en número y más en gravedad. Todo es peor. No es tan bonito cuando el bombero se juega la vida y sale perdiendo. Cuando los detectives no son como en las películas. Cuando no hay dinero para unas tazas de té refinadas. Cuano ser ama de casa se traduce en ser superwoman.
Creces y te das cuenta de la realidad. Te gustaría volver atrás. Sin preocupaciones. Pero ya no hay marcha atrás. Ya eres mayor, ya eres lo que querías. Tendrás que acarrear con todo lo que ello conlleva.

3 comentarios:

  1. preciosa la entrada y super real. Me gusto tu blog y sobre todo el sentimiento con lo que lo escribes todo. Te sigo vale? Pasate por el mio si quieres! Un besoo :)
    http://www.mejorcambiamosdetema.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Me encanto la entrada.Besos! te espero en http://karenpaolarm.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. Leyendo esto he sentido una profunda nostalgia. Últimamente no he hecho más que pensar en este tema. Ojalá pudiera volver a ser pequeña, a jugar, a dormir la siesta, a no entender de lo que hablan los mayores y sobre todo a tener esa ingenuidad que hace realmente bonita la infancia.
    Ni siquiera nos damos cuenta de cuando dejamos de ser niños para convertirnos en adultos, pero la realidad es así. Dura, y muy real.
    Una vez más, me ha llegado lo que escribes. Esperaré con ansias la próxima entrada.
    Muchas gracias por pasarte, y me alegra muchísimo que te esté gustando la historia que escribo por ahora :)
    ¡Un beso muy fuerte!

    ResponderEliminar