12.7.15

¿Quién es el náufrago? - Parte II.


Afuera, en el mundo real, comenzaba a llover. En aquel refugio de condenados nunca había cesado la tormenta. El ruido de la cafetera se mezclaba con un telenoticias veinticuatro horas, y las vagas conversaciones de las camareras al cruzarse las miradas. Junto al frío cristal había una pareja que no intercambiaba palabra desde hacía dos horas. Todos los miraban, no porque no fueran bienvenidos, sino porque todos querían conocer cuál de los dos sería un nuevo recluta de la tripulación de aquel barco que ya había naufragado. Ella miraba sus propias manos, sentía el latir de su corazón a punto de estallar, a punto de romper a llorar y llevarse consigo aquel lugar. Las luces del letrero del exterior se reflejaban dibujando su reflejo en el cristal con delicadas líneas rosadas y violáceas. Ella tampoco pertenecía a aquel lugar, era otra flor empezando a marchitarse y necesitaba huir cuanto antes. Pero su silencio la mantenía presa de la esperanza.

De nuevo, la camarera del lunar en la frente, se armó con lo que pretendía ser un gesto de comprensión, y se acercó a servir más café. Él alzó la mirada, y la miró, pero ella estaba al borde del llanto y él sólo pudo decir "la cuenta, por favor". Se escuchó entonces su sollozo rompiendo el silencio, como uno de aquellos truenos que despedazan el cielo. A la hora siguiente, él seguía allí... Pero ella se había ido en busca del rayo de sol que merecía y que, allí, nunca encontraría. Quizá pasó el resto de la noche siendo esa tormenta que él sentía en su interior, llorando el diluvio que empapaba sus recuerdos, que estremecían su conciencia. Y pidió otro café.

Se hicieron las cinco y media. Y allí nadie aguantaba ya sin fumar. Bajaron las persianas, temerosos del mundo exterior, tan acelerado, tan apresurado por el mañana, tan impaciente por vivir. Sin embargo allí habían ido a morir. A morir poco a poco.

"Vete ya, por favor", le repitió por séptima vez.
"No hasta que aceptes".
"No tengo nada que aceptar", y huyó de allí, buscando algo que le recordara que había más vida que aquello, que por encima de toda aquella contaminación todavía había estrellas.

Se desabrochó el delantal enfilando el rumbo decidido hacia una puerta en la que una chapa llena de polvo rezaba "acceso restringido". La abrió de un empujón y dejó que, al otro lado, el frío erizara su piel. El corazón le latía cada vez más rápido, le faltaba el aire. Se quitó el jersey, casi arrancándoselo. Quiso llorar, e inundar aquel apestoso callejón. Quiso gritar, y salir volando de aquel lugar, marcharse lejos de su voz, de sus manos, de aquel náufrago condenado.

"No te librarás de mí tan fácilmente", la encontró con las manos sobre la pared, la espalda encorvada y el pelo hacia atrás, intentando respirar.
"Lo sé", sollozó, dejándose caer sobre el húmedo pavimento de ese pequeño rincón, tras la puerta de atrás, donde, por primera vez, había intentado ser su salvavidas, antes de quedar ella también ligada a aquella tripulación.

Fuente

5 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, me ha parecido un texto que describe unos personajes y unas emociones totalmente quebradas, rotas, desoladoras. Precisamente la forma en que las describes me parece preciosa, unas expresiones super cuidadas (personalmente siempre que encuentro expresiones y metáforas así pienso en "la magia de las palabras"). La historia también parece interesante, algo compleja, pero quiero saber más sobre esos tripulantes asustados, y sobre esa pareja de náufragos.

    Un par de cosillas en el aspecto técnico. En la frase del final de la 2ª línea del 2º párrafo repites el verbo romper, es una tontería pero podrías cambiar el segundo por "quiebran" o algo así. También repites "aquello" en el final del cuarto párrafo. Y la primera frase del quinto párrafo no la he entendido del todo bien, no sé si por ese "hacia la una puerta" o qué. Que son tonterías como una casa, el texto es precioso (en el sentido que he dicho al principio), pero son observaciones que tenía que hacer.

    Sigue escribiendo y creando.
    (abrazos eléctricos.)

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    1. Ya he hecho las correcciones que he considerado pertinentes para los próximos lectores :)

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  2. Precioso, después de leer la primera parte, la segunda me ha gustado incluso más.
    Espero volver a leerte pronto.
    Un besazo

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  3. Me ha recordado muchísimo a una escena de Crónicas Vampíricas, al menos la última parte.

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