7.7.14

Sobre las noches y los días, los días y las noches.

Se fundían en tormenta el día y la noche. En su ventana se reflejaba el frío azul oscuro moteado de pequeñas e infinitas luces de tristeza, pero al otro lado observaba la mirada del verano, sus ojos turquesas, plagados de luz, vida y calor, sobre todo en los días de lluvia. Y desde allí, desde la oscuridad de su particular noche eterna, echó la vista atrás y recordó su sonrisa en los días grises y sus caricias en el más arraigado frío del invierno. Quizá por eso se encarcelaba con la ventana sellada, impidiendo que el piar de los ruiseñores le trajeran la buena nueva, impidiendo al intrépido sol bañar su pálida tez e impidiendo al mejor invierno de su existencia seguir su vida y escaparse poco a poco de entre sus manos, impidiendo a aquel invierno marcharse cuando debió marcharse. Pero ya no era invierno, ni mucho menos uno de los buenos. Aquello se había convertido en una pesadilla que agonizaba mientras nevaba sobre las estanterías en las que aún estaban sus libros favoritos; el invierno gritaba desde las sábanas congeladas cada madrugada, el invierno lloraba en los cristales con el rocío del alba, el invierno suplicaba cada tarde clemencia, agazapado bajo una silla junto a la puerta, y el invierno moría todas las noches cuando cerraba sus ojos de noche y estrellas de tristeza. Y es que le faltaba la sonrisa de su media luna para ser una noche bonita, le faltaba una media luna que ese invierno ya no tenía.

Y al otro lado de la ventana, la luna ya no era luna porque ya no había sonrisas ni una estrella fugaz a la que pedir un día más. El día suspiró, se llenó de nubes y aquello tampoco parecía verano. Caminó lejos de allí con sus ojos llenos de lluvia, de tormenta de verano, de estruendosos recuerdos que se descolgaban por su piel en forma de lágrimas y se congelaban poco a poco en su memoria. Y nunca dejaron de doler, sólo a veces, cuando el verdadero invierno paralizaba todo su mundo parecía que dolían un poco menos, que dejaban de escocer y que no estaba tan lejos de esa noche, y que, quizá, aún estaba a tiempo de ser la media luna de un cielo casi sin estrellas. Pero ella no era ninguna luna: ella era día, efímero día de luz y vida; y él era noche, eterna noche estrellada y atormentada.



Disculpad que haya estado desaparecida. No dudéis nunca que si alguna vez dejo blogger, no lo haré sin previo aviso. Ha sido sólo una racha de escasa inspiración. Por ello, os informo de que próximamente voy a estar dispuesta a participar en proyectos conjuntos (como textos colaborativos) con la esperanza de reactivar mi área creativa del cerebro. Si estáis interesados, podéis escribirme un correo (hazdelaspalabrasarte@gmail.com), hablarme vía Twitter (@Yaizaarts) o incluso dejando algún comentario con vuestro correo y os escribiría yo.
Mi proyecto de verano es ponerme al día con vuestros blogs.
¡Espero que estéis teniendo unas buenas vacaciones!
Yaiza.

8 comentarios:

  1. Te perdono que dejes blogger durante tanto tiempo porque siempre que vuelves es con algo aún mejor, entonces, la espera vale la pena, al menos para mí.

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  2. Sin duda ya no estás falta de inspiración porque menudo texto.. tus palabras me han transmitido un montón. Adoro tu forma de escribir. Un besito enorme y bienvenida de nuevo al mundillo blogger :)

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  3. ¡Qué bien que hayas vuelto! Sobre todo cuando traes contigo textos tan buenos como este. Esperemos que no tardes en volver a publicar. ^^ ¡Un beso!

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  4. La noche y el día, el invierno y el verano, el frío y el calor…¿será cierto eso de que los polos opuestos se atraen? Yo siempre he pensado que más que atraerse, se complementan. Esperemos que a este texto le sucedan toda una serie de entradas llenas de inspiración, que se te echaba de menos por aquí. Maravilloso.

    Te lee en un día de verano lleno de luz y de vida,

    Daw.

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  5. Me encanta. El hecho de que en principio muestres como el día y la noche se funden y al final acabes matizando que son distintos y nunca podrán estar juntos del todo.
    Un texto magnífico, con unas metáforas increíbles y sobretodo con un chorro de sentimiento que se hace de notar.
    Un besazo y no dejes de escribir.

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  6. Ella era día y él noche... me ha encantado, como a veces somos tan diferentes... me alegro muchisimo de que estes de vuelta por aqui Yaiza!!
    <3
    girlsjustwannahavefun14.blogspot.com

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  7. Hoy parece que el teclado se digna a dejarme explicar. Anoche, ya muy tarde, en esa hora en la que ya no tienes fuerzas para engañarte, esa hora en la que o escribes o duermes, leí esto. Y creo que me confundí mucho, me imaginé algo parecido con personas.
    Ya sabes, cuando algo parece imposible, cuando sabes que, por lo menos, es muy poco probable, y a pesar de eso te empeñas y ocurren cosas que creíste que no podían ocurrir. Pero al final, todo sigue igual, todo sigue su curso, y hay cosas que no pasarán. Hay cosas que no están hechas para estar juntas. Cosas, por decirlo de alguna manera.
    La verdad es que tú, siendo diosa, ya sabes qué clase de entradas me llaman, pero siempre te subestimas de una manera que me parece injusta.

    Como suele decirme Alex, ¿hay algo que no haga bien Yaiza?
    ¡Ni se te ocurra dejar blogger!

    Lutz.

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  8. He encontrado tu blog por casualidad y solo puedo decirte que me parece increíble el modo en el que te expresas. Espero impaciente que reactives tu parte creativa para seguir leyendo más cositas.
    Un saludo desde http://uncuadernoenblanco.blogspot.com.es/

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