4.3.14

Estoy a cinco grados bajo cero.

Estamos a cinco bajo cero en el exterior. Mejor dicho, lo estoy yo, sin ti, porque tú ya no estás. Diría "estamos" si siguieras aquí, y me dijeras en un susurro que hace demasiado frío fuera de nuestro pequeño mundo antes de abrazarme por la espalda y tirarme a la cama, que es mejor pasarse el día tapados con una manta, remoloneando entre sonrisas y el humo de tus cigarros. Ahora fumo sola, fumo porque por breves instantes es como si estuvieras aquí, tumbado junto a mí, acariciando mi espalda desnuda mientras reprimo las cosquillas y te leo algún poema de mis favoritos. Pero este humo... Este humo es diferente. Este humo es un humo abrasado y consumido. Huele a ti, pero a la vez no eres tú el que se dibuja entre sus ondeos. Es tu recuerdo y a la vez no te hace justicia. Pero sigo fumando, cigarrillo tras cigarrillo, porque la adicción a tu nicotina fue lo único que parece que me legaste aquel día.

Estamos Estoy a cinco grados bajo cero en el exterior, y parece que en esta habitación hace aún más frío que en esa calle por la que te vi huir de mí por última vez, ese día en el que lo único que me dejaste fue una cajetilla de tabaco con cinco cigarrillos hechos polvo -como yo, como tú, como nosotros- pero aún vivos, llenos de ese sabor que tenían tus labios por las tardes. Aquel día en el que no olvidaste nada más que a mí, mientras te alejabas calle arriba con las manos en los bolsillos y expulsando por esa misma boca que palabras tan hermosas y crueles era capaz de pronunciar ese vaho con el que tanto te ha gustado siempre jugar. Pero no jugabas, tenías otras cosas en mente, tenías prisa. Te invadía una premura e impaciencia por marcharte cuanto antes y abandonar aquellos cigarrillos, todos esos recuerdos, y nuestro mundo, ese en el que me dejaste atrapada sin ninguna llave con la que salir. Tenías demasiado frío en esos mismos dedos que tantas veces habían dibujado en mi espalda nuestros sueños, demasiado frío como para pensar en fumarte, de camino, uno de esos cigarrillos que olvidaste sobre mi mesilla de noche, justo sobre mi antología de poemas escritos con el corazón roto.

Afuera hacen cinco grados bajo cero, pero te juro que por dentro hace aún más frío. Un frío que siempre va a más, un frío que quema las entrañas y ni siquiera un paquete entero de tus cigarrillos favoritos es capaz de aplacar. Se congela hasta el humo al salir de mis pulmones, se me congelan las lágrimas y se me congelan las palabras. Se me han congelado incluso las yemas de los dedos y, ni siquiera pasar las páginas de aquel libro de poemas puedo, ni siquiera encender el último de tus cigarrillos, ese que reservé para un día como hoy, ni siquiera soportar tu recuerdo.

Ojalá estuviéramos a menos cinco grados. Pero sólo estoy yo, y no sé cuánto más aguantaré con mis dedos sobre el cristal de la gélida ventana por la que te vi desaparecer, no sé cuánto más sin volverte a ver con uno de tus cigarrillos en tus labios -y nunca más en los míos-, con el paso ligero y tu sonrisa esbozada, siempre de camino a nuestro pequeño mundo en el que ya no nos importaba que afuera estuviéramos a cinco bajo cero. No sé cuánto más podré aguantar con mis dedos sobre el cristal de la gélida ventana en la que se congeló ese instante, esa imagen de la mitad de mi mundo marcharse, tu imagen alejándose. No sé cuánto más, no lo sé. Estoy a menos cinco grados afuera, y jamás querrías saber a cuánto estoy por dentro.


7 comentarios:

  1. Yaiza acabo de ver tu comentario y he pensado TENGO QUE LEER SU BLOG!! Jajajaja, me encanta lo de estamos-estoy, los cinco grados bajo cero... siempre me he preguntado, ene que te inspiras? Yo sería incapaz de pensar estos relatos en serio!!
    UN BESAZO!
    <3
    GIRLSJUSTWANNAHAVEFUN14.BLOGSPOT.COM

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  2. Me fascino, es hermoso el texto, escribes muy bien, increíble!!!

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  3. Jo. Jo, Yaiza. Jooooo.
    Y qué hago yo ahora con mi tarde una vez me has tocado el corazón.
    "Remoloneando entre sonrisas y el humo de tus cigarros." No me preguntes por qué, pero he tenido que parar un momento en esa frase, leerla dos veces y respirar profundamente. Porque como siempre me pasa al leerte, me estaba imaginando la escena con todo detalle, y de repente me clavas esa frase y ay…No sé si serán las ganas de compartir risas.
    Y esa última frase…Qué decir. Quizá me haya sorprendido este tipo de entrada viniendo de ti (amor, ¿y en primera persona? ¿qué habéis hecho con Yaiza?) pero lo has bordado como siempre.

    Te lee algo amargaíta por no poder remolonear con nadie,

    Daw

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  4. No te puedes imaginar lo que echaba de menos leerte! Me ha hecho mucha ilusión ver tu comentario en el blog porque enseguida he venido a ver si habías actualizado :) Con cada historia te superas y no me canso de decirlo pero tienes muchísimo arte escribiendo Yaiza. El día que publiques un libro seré la primera en la cola de firmas jajaja
    Un besito enorme, nos leemos.
    http://theworldofthelettersanddreams.blogspot.com

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  5. Realmente ahora siento frío.

    Es mágico (¡¡¡COLDPLAY!!!) que seas capaz de transmitir ese hielo, ¿sabes? Esa imagen. Ese chico, esos vicios, esa ventana. "Es tu recuerdo, y a la vez no te hace justicia", y es ahí cuando me he roto un poco. Realmente, no sé. Me sorprende, porque tampoco esta entrada es típica de esa Yaiza, y, sin embargo, también así logra romper en pedazos al lector.

    A veces creo que eres una bomba de arte, a punto de explotar, y ya no estoy segura ni siquiera de en qué eres mejor.

    Lutz.

    PD. La foto es simplemente perfecta... Buena elección.

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  6. Me ha recorrido un escalofrío por todo el cuerpo (unas cinco veces), no sé si odiarte o quererte por este texto. Me ha hecho pedacitos y a la vez... me ha encantado. No sé ni cómo explicarlo. Me has llevado muy lejos, Yai, y te admiro por ello, jo.
    Ha sido un texto diferente, creo, pero me gustan tanto tus textos "diferentes" que no me importaría que pasasen a ser tus textos "normales", no sé si me explico. Me alegro tanto de haberme pasado por aquí... es como si cada vez que entro a tu blog recordase por qué me hice blog, y por qué me hace sentir este mundillo y... creo que me entiendes. Tu blog es de esos de los que no te vas siendo la misma, y ya te digo que te quiero por ello.
    Bueno Yai, en resumen, que me ha encantado el texto, ha sido muy especial para mí. Además es increíble la soledad y el frío que transmite.

    Te quiere y te admira,
    Buggggg

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  7. ¡Hola!
    Gracias por tu último comentario, que conste que me hizo mucha ilusión recibirlo \^^/
    Sobre tu texto, precioso. Pero esa sensación de frío es horrible, y más con este frío que hace hoy si nadie te lo quita. Así que mejor tomar chocolate y ver una peli con una manta, que eso al menos nunca nos hará daño.

    Un besito!!

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