26.2.14

¿Dónde estoy?

A veces sólo necesitas soltarlo. A veces es demasiado complicado saber por dónde empezar. Pero los días pasan, con horas de silencio y horas de caos. El tiempo suele ser una buena medicina, pero empiezo a preguntarme si en mi caso no es una espina cuya herida está empezando a infectarse. Resulta fácil identificar el origen de la herida, cuándo empezó el problema: el día que me precipité sin protección alguna a los rosales. Algunas heridas curaron solas, pero la corteza de sangre seca del resto no era tan resistente como pensé. Se ha levantado, y debajo estoy en carne viva. En carne viva, y sola.

No parece tan difícil desde fuera, eso es lo peor. Pero quedarse atrás en tu propia vida no es de entrada algo fácil. Cuando abro los ojos por las mañanas pienso en qué estaría haciendo hace justo un año, cuando mi vida y yo sí íbamos de la mano, antes de que la pendiente de la colina acelerara la velocidad del tren sobre las vías. Entonces me doy la vuelta y los cierro otra vez, porque no hay nada que ver, ya no hay nada para mí mas que esas horas de silencio y esas horas de caos. Esas horas en las que ya no me siento yo, porque mi verdadero yo no asume la idea de que, sin avisar, su vida tomara un desvío diferente. O quizá fue al revés. O quizá no fue ninguna de nosotras, pero ¿acaso eso ayuda a asimilar como lo único que ha estado siempre ahí, tus sueños, tus esperanzas, tus aspiraciones, se han ido resbalando de la punta de tus dedos y te has quedado con un puño cerrado a cal y canto en cuyo interior sólo hay un enorme vacío? Ni siquiera sabes cuándo habrá otro cruce en el que puedas tomar la salida que te reúna de nuevo contigo misma. Es un camino de sentido único, y sólo queda seguir adelante porque lo que has perdido por el camino ya lo ha recogido otro.

Y, desde luego, he perdido. Soy la gran perdedora de la historia. He perdido la ilusión por las pequeñas cosas, he perdido la fuerza de voluntad. A veces ni siquiera encuentro la sonrisa. He perdido las ganas de luchar por lo imposible, y eso sí que era valioso, joder. He perdido las ganas y mis sueños, he perdido la esperanza y muchas segundas oportunidades. He perdido gente, y con esa gente, me he perdido a mí. Me he perdido en el caos del vacío, en el desorden de la nada. Me he perdido, y no sé si podré encontrarme. Me he perdido, y si me encuentro, quizá esa ya no sea yo. No la vieja yo, la que luchaba por lo imposible. Me he perdido, ¿dónde estoy?


"Just because I'm losing, doesn't mean I'm lost."

6 comentarios:

  1. Hay personas que se limitan a escribir pero tú, tú transmites tanto con tus palabras que...ni sé qué decirte ya que no sepas.
    Voy a quedarme con este trocito: 'Algunas heridas curaron solas, pero la corteza de sangre seca del resto no era tan resistente como pensé. Se ha levantado, y debajo estoy en carne viva. En carne viva, y sola.' Me encanta el detalle de 'la corteza de sangre seca' y 'en carne viva, y sola'.

    No sé, como que he sentido todo, desde el principio hasta el final.

    Gracias por tus textos Yaiza ♥

    ResponderEliminar
  2. Me recuerda a una época que pasé hace años.
    Sentarte y no sentirte a ti misma en ninguna de tus acciones, como si la vida que vieras pasar no fuera contigo, sólo una ilusión más.
    Lo único que puedo decir es que uno se pierde siempre para regresar con algo que habrá aprendido, y que nunca olvidará. El tiempo calibra la medida, el corazón los vaivenes y las respuestas. Un tiempo en silencio significa que tu alma tendrá mucho qué decir...

    Me encanta el texto.

    ResponderEliminar
  3. Tú no escribes, tu haces arte, joder. YAIZA, JODIDA YAIZA, QUE ME AGACHO Y TE APLAUDO. Porque en serio, hay tanta verdad en este texto y hay tanto transmitido que me dejas sin palabras.
    Perder el control de tu vida es la manera mas fácil de perder la cabeza (voy a twittear esa frase ahora, un momento)............................... Vale ya. Es que me has dejado alucinada, duele porque es verdad, y porque lo entiendo.
    Ya sabes que me tienes aquí. Te quiere,
    Lau.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. i querida Yaiza...

    Puede que cuando yo te conociera una parte de ti ya se encontrara algo desubicada, y aún así me fascinaste. No importa que cambies, ni que ya no seas quien solías ser, porque aunque no lo creas, yo sí creo que luchas por lo imposible. Abres un abanico de posibilidades a la gente que cree que no hay ni una, y me frustra ver que no puedo hacer nada por gente... Gente como tú. Gente extraordinaria, gente que merece la pena conocer y no importa la distancia. Creo que el mundo necesitaría duplicarte y repartirte donde ya no quede esperanza. Definitivamente, lo creo.

    Eres una luchadora, y esto no te hace menos. Esto te hace más grande. Aunque sientas que pierdes las horas, que tu vida ya no te pertenece y que te has perdido... Yo sigo viendo la Yaiza que conocí. Esa que puede con todo. Realmente puedes con todo. Lo sé, porque sigues levantándote por las mañanas con ganas de ayudar a gente que tú necesitas. Porque todavía no has dicho "basta". Porque sé que tienes todavía mil motivos por los que tener ganas de ver pasar los días, y si no los ves, estas a punto de encontrarlos.

    Y, ¿sabes? Incluso "perdida" me sigues resultando fascinante.
    Mi querida Yaiza, me alegro de que existas.

    Te quiere,
    Lutz.

    PD. He borrado el anterior porque, inútil, se me ha olvidado decirte que este texto es sublime. De hecho, es tan sublime que hiela.

    ResponderEliminar
  6. Creo que perdernos y encontrarnos de nuevo, es lo mejor para aprender. Lo bueno es que estás consciente de que estás perdiendote a ti misma y que no te agrada el camino por donde vas. Aférrate a eso, sé que si lo intentases otra vez, de seguro lo lograrías. Yo tambien me he sentido así. Lo mejor es asimilarlo como si todo pasa. Como leí en alguna parte: ''La vida es un libro que se escribe de improvisado y sin borrador''.

    ResponderEliminar