14.11.13

De sueños se vive.

El frío viento que acaricia los diminutos cristales de nieve que sobre los árboles reposan se cuela libremente por la ventanilla bajada. El sonido suave del motor y de la vieja radio acompañan el viaje a ninguna parte, ese viaje que siempre hemos soñado todos con hacer. Ese viaje sin rumbo, ese viaje plagado de impulsos y de ver a dónde nos lleva ahora el destino. Pero la verdad es que no estamos hablando del mismo viaje. Todos soñamos con huir de la rutina y dedicarnos a vivir dentro de un cuatrorruedas sin obligación alguna excepto la de rellenar el depósito cada vez que aparezca una gasolinera. Soñamos con ese viaje como algo idílico y maravilloso, algo en lo que enriquecer nuestras almas, como una experiencia irrepetible en la que conocer extravagantes cantidades de gente igual de extravagante que en realidad no volveremos a ver. Y todo esto lo soñamos con una gran sonrisa en el rostro.

¿Pero acaso puedes encontrar un ápice de felicidad, de realización propia en ese viejo vehículo que sólo cargaba con un espíritu moribundo de una muchacha sin esperanzas ni, mucho menos, esos sueños de los que vive la gente normal? ¿Esos sueños como coger el coche y lanzarse a la aventura?

Sin mirar atrás, con lágrimas escarchadas en los ojos, continuó su camino. Y la firmeza con la que sujetaba el volante, una firmeza violenta capaz de desgarrar el alma a cualquier mortal, la delataba. Por supuesto que no sonreía, ella no se dirigía hacia ninguna aventura emocionante y ansiada. Aunque, por otro lado, ni siquiera ella sabía hacia dónde iba. Sí, quizá a cada kilómetro recorrido aquello se pareciera cada vez más a ese sueño que algunos anhelamos, pero esto era muy diferente.

Huía de su pasado. Un pasado rutinario. Pero seguía sin ser lo mismo. Seguía su instinto en cada cruce, girando siempre hacia la salida que pareciera que se alejaba más de ese horrible punto de partida que ni siquiera osaba recordar. Y sí, seguía sin ser lo mismo porque cuando más se alejaba, más castigaba al inocente volante, oprimiendo los metafóricos pulmones que, al mantenerlo con vida, lo hacían dueño de cada cambio de dirección. Así que no, esto no era lo mismo. No se dejaba llevar por ningún destino reencarnado en tan siquiera un oprimido volante de un viejo coche de los ochenta, porque ese destino que todos esperamos que algún día nos devuelva lo que le damos... Ya le ha quitado suficiente. Así que huye, sigue huyendo lo más lejos posible de eso a lo que algunos llaman destino, y lo que otros llaman amor de su vida.

Mientras tanto, el frío viento, la velocidad heladora, continúan congelando cada una de esas lágrimas que resbalan por unas mejillas rosadas hasta llegar a un escarchado corazón al que ya no le quedan fuerzas para soñar.





IMPORTANTE:

8 comentarios:

  1. No sabes lo orgullosa que me siento de poder ser tu primer comentario en algún texto jajaja.
    Lo primero, decirte que ha sido tan impresionante como siempre. Me has mantenido con el corazón en un puño desde el principio hasta el final (aunque qué tontería, siempre lo haces).

    Lo segundo, por favor, explícame cómo eres capaz de saber qué palabra utilizar en cada instante para hacer arte. No lo entiendo, te sale demasiado perfecto. Cómo los dibujos. ¿En serio eres humana?

    Bueno, que gracias por dejarnos cosas como esta, y hacernos las noches más llevaderas cuando parecen demasiado largas. No dejes nunca de escribir, por favor.

    Un beso enorme.
    Te admira.
    María

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado, realmente creo que siempre consigues que sienta cada una de las palabras que escribir.
    Creo que a veces no se puede huir de nada. Porque nuestra vida nos persigue y nuestra vida es todo lo que nos forma.
    Te espero.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  3. No tengo palabras, de verdad. Desde que comencé a leer me engacée, he ido intentando adivinar por donde ibas, hacia donde iban dirigidas tus palabras, que sentimientos escondían, es algo que me encanta hacer pues toda entrada está llena de sentimientos y esta no se queda corta. Me encanta como escribes, sin duda de corazón, sabes transmitir y eso me gusta. me pasaré a menudo, un besito y te espero por mi blog :)

    ResponderEliminar
  4. Los viajes... metas soñadas y ansiadas siempre y cuando se hagan por voluntad propia, por deseos reales. Si no se hace por eso, si no por huir, por obligación, por temor... se convierte en un exilio que no necesita verdugos reales para existir.

    Ya lo sabes, es magnífico.

    ResponderEliminar
  5. Mi Yaiza...

    Esos viajes que todos soñamos, esos. Con música, compañía (Evan me sirve) o incluso sin, pero la ventana bajada y mucho viento, mucho. Y al fin y al cabo, es cierto, ¿de qué nos sirve eso? Huir, huir siempre ha sonado tan bien... Pero, ¿hasta cuándo? No sé, lo mismo deberíamos hacer caso al impulso, o lo mismo deberíamos soñar como la gente normal sueña.

    Siento no haberme pasado antes, pero te leo. Yo siempre te leo.

    Lutz.

    ResponderEliminar
  6. Precioso, impresionante, arte... Personas como tú son las que hacen que mi pasión por todo esto vaya a otro nivel.
    Antes tan solo miraba blogs, ahora me meto en este mundo para ver bellezas de la escritura como estas.
    Sinceramente;
    Gracias, Yaiza.

    ResponderEliminar
  7. Ay Yaiza. Me puedes. Tus palabras me pueden. Y como las unes. Ay.
    Has descrito a la perfección todo mi sueño. Y has descrito mi final a la perfección también, ¿Como lo haces?
    Al fin y al cabo, a veces no puedes huir de tu pasado.
    QUE PUBLIQUES YA UN PUTO LIBRO QUE QUIERO TENER UN EJEMPLAR FIRMADO POR LA AUTORA. TODO EL MUNDO ME ENVIDIARÁ.
    Te quiere,
    Lau.

    ResponderEliminar
  8. Increíble se queda corto, pero que muy corto. ¿Tú eres consciente de las maravillas que escribes? ¿de cómo tus descripciones consiguen transportarnos a ese viejo coche de los 80 rumbo a ninguna parte? Ojalá pudiéramos dejar atrás nuestro pasado tan solo con la ayuda de cuatro ruedas. Pero nuestros recuerdos siempre nos atormentarán allá adonde vayamos. Pero quién dice que no lo hacen para que tratemos de labrar un presente y futuro mejor.
    Sublime, como siempre.

    Ve a sus hijos haciendo exámenes sobre tus obras maestras en un futuro,

    Daw

    ResponderEliminar