11.8.11

Fachada robusta, vigas de hielo.

Si eres de las personas que deciden construir una fachada frente a sus emociones, lo entenderás. Sabrás cuál es esa sensación de trabajar duro para mantener ese muro en pie. Probablemente, ni recuerdes el momento en el que decidiste cambiar, en el que decidiste evitar que todo el mundo pudiera ver lo vulnerable que eres, que todo el mundo tuviera a mano romper tu corazón. También puede que sí lo hagas, que recuerdes como si fuese ayer el momento en el que tuviste que recoger todos los trocitos de tu corazón, y con el mismo cemento que utilizaste para levantar ese muro, no tuviste otra que unir los pedacitos. Quizá fue ayer. Qué más da, lo que importa es que si eres de esas personas entenderás lo que es luchar día a día por sonreír, ser fuerte y no dejar que nada te haga daño. Una fachada robusta, que resiste la metralla de esa civilización poco civilizada que ni pone interés en cruzar el umbral de dicha fachada ni nisiquiera en apreciar la preciosa arquitectura de esta. Gente que no son más que pasajeros en una vida en la que sólo habrá unos pocos afortunados, unos pocos afortunados a los que tú les abrirás la puerta, y sin pensárselo dos veces, entrarán. Cruzarán la fachada, te conocerán, y decidirán quedarse a vivir en tu vida. Y serán ellos los que se preocupen de apuntalar la casa cuando sus vigas de hielo comiencen a deshacerse en épocas de vacas flacas, cuando tu corazón parezca de cristal de nuevo. Cuando las balas se cuelen por las ventanas y lleguen hasta tí. Esas personas, tus seres queridos, son los únicos que valen la pena. Y la única razón es porque ellos saben que bajo un muro, por grueso que sea, el interior del edificio está hecho con materiales débiles, como sus vigas de hielo. Y cuando el hielo se deshace por completo, la fachada cae, y aunque tú jamás quisiste que eso ocurriera, acaba ocurriendo. Te sientes desnudo ante las espantadas miradas de gente que no conocía que tú tuvieras sentimientos. Gente que jamás te había visto sufrir, gente que te veían como un bloque de hielo. Hielo que se ha deshecho y cuyas gotas resbalan ahora por tus mejillas.

6 comentarios:

  1. Jajaajjaja, si, las Yaizas soys especiales, yo tengo una prima que se llama Yaiza tambien, y...joder, ella tambien lo es...madre mia, y tiene 1 año solo..jaja
    por cierto, tienes facebook? lo digo para hablar....jajaja si quieres claro jaja^^ el mio sale en mi blog:P

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  2. Ah, pues damelo jaja^^ y asi ablamos:)

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  3. Ah, pues, es Ainhoa Amate Morales Frases

    jaja^^

    bueno ia me agregaras :P

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  4. Gracias por pasartee !!

    Pasada de entrada !! *___* y de foto !! jajajaj

    http://train-coollife.blogspot.com/

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  5. Me encantó, escribís muy bien! Tu blog es sencillo pero no está para nada mal. Te sigo ,nos leemos :)

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  6. Esta muy chulo,hay personas que en verdad son así... todos tendemos a ponernos un muro, un escudo o alguna protección contra cosas del exterior, pero la gente que se pone muros enormes para esconder quien es en verdad por miedo a ser herido, escondiendo incluso sus emociones o aquello que siente... eso debe ser muy duro. Pues como bien dices eso termina por deshacerse o romperse y quedar al descubierto duele mucho mas. besitos wapa.

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