3.8.12

Dolor físico para calmar los sentimientos.


El ambiente era puro hielo. Ella le miraba atentamente, sentada a cierta distancia de él. Estaba asustada, y él lo sabía. Le temía a él, eso lo sabían ambos. Él, que podía verla por el rabillo de su ojo bajó la mirada en un intento de huir de la culpabilidad que sentía. Apretó los labios con fuerza mirando al suelo, a sus zapatillas hechas tan polvo como él. La presión entre los labios le produjo dolor, y apresuró la salida de sangre de lo que en el futuro será una nueva cicatriz en el labio. A ella le resbaló una lágrima por unas mejillas rosadas desde unos ojos aterrorizados. Ya no le reconocía. Al menos, él ya no era el de antes.

"¿Por qué te estás haciendo esto?" preguntó con un hilillo de voz agudo y temerario.

Él no sabía qué responder, por lo que guardó silencio. Continuaba apretando sus labios y forzando que la sangre se descarrilara de su torrente sanguíneo, mezclándose así con su saliva, volviendo su boca pastosa, endulzando algo por una vez en la vida.

Perdió su mirada entre una avalancha de sentimientos, sensaciones, ideas y demás pensamientos. Todos confusos, mezclados con el aturdimiento de los golpes y la adrenalina. No, definitivamente no podía pensar con claridad. Pero se había dado cuenta de que aquello era adictivo.

Sus ojos toparon de repente con sus manos, entumecidas, enrojecidas, casi sin sensibilidad. Se preguntaba si notaría algo si ahora mismo le cortaban un dedo. Las miró con atención, tenía los nudillos destrozados. ¿Cómo había llegado hasta ese punto? Pero se había dado cuenta de que aquello ya no tenía vuelta atrás.

Intentó cerrar el puño, y éste se contrajo en un espasmo automático con tanta fuerza que incluso tuvo que gemir de dolor involuntariamente. Ella continuaba mirándole, continuaba llorando por haber perdido a la persona a la que había conocido hacía no demasiado tiempo. Se acercó armada de valor y se sentó mucho más cerca de él de lo que necesitaba para sentirse completamente insegura.

Le miró, paseando sus pupilas por todo su rostro ensangrentado y magullado. Tenía los pómulos raspados y una de sus cejas lucía una profunda brecha que debería ser cosida. Ni siquiera quiso pensar en su nariz, que parecía mucho más torcida que la última vez. Estaba hinchada, y la sangre fluía con toda tranquilidad sin que él hiciera nada por evitarlo. Él sólo apretaba los labios y dejaba que la sangre corriera por su cuerpo, por sus venas y por fuera de ellas.

Deslizó entonces sus pupilas por todo su cuerpo hasta sus manos, tropezando con cortes en su ropa y manchas tanto de arena o barro como de sangre que, probablemente, no era la suya. Apreció entonces en sus manos un ligero temblor. En realidad, él también tenía miedo. Quizá miedo de sí mismo, de hasta dónde podía llegar todo aquello.


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1º. Habrá segunda parte (ya está escrita). En su origen era una sola entrada, pero era demasiado larga y he decidido publicarlo en dos veces. Creo que para entenderlo todo necesitaréis leer las dos partes.
2º. La última de las imágenes corresponde a un fotograma de la serie Prison Break en la que el actor Wentworth Miller interpreta a Michael Scofield.
3º. Hoy soy breve. ¡COMENTAD!

5 comentarios:

  1. Hola cielo! Me gusto mucho lo nque escribiste. Me quede con ganas de saber qué ocurre. Esta muy bien relatado, sobretodo las reacciones, cerrar los puños y demás...
    Me gusto muucho como escribes, a ver si subes pronto la continuacion!
    Me encanto tu blog, tienes una seguidora mas (:
    Un beso cielo, te espero en mi blog :)
    http://amormasalladelaunicidad.blogspot.com.es/

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  2. Siento no haber podido comentar en las entradas anteriores, sabes que a veces mi tiempo vuela más lejos que tu imaginación y la mía cogidas de la mano, pero las leí y me gustan casi tanto como esta, por que para serte sincera, quiero la segunda parte YA.
    Gracias por pasarte siempre por mi blog, porque no se como hacéis los cuatro que siempre comentáis, que siempre SIEMPRE me sacáis una sonrisa.
    No tengo nada que decirte que no sea que te pases por mi última entrada, tengo sed de sonrisas ;) Y vosotros sabéis como sacármelas.
    Cuando publiques la segunda parte ... CUENTA CON QUE TENDRÁS MI COMENTARIO. Jajaja me ha dejado con el sabor dulce en los labios.
    Un saludo, Yaiza! :)

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  3. ¿Por qué escribes tan hermoso? jajaj...linda historia^^
    Besos :D

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  4. yaiza escribis divino, pero por razones de tiempo, me cuesta mucho seguir las historias! GRACIAS POR PAZARTE SIEMPRE! UN BESO!

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